En 2016 según un estudio liderado por investigadores del Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM) y médicos del Hospital del Mar, estimó que en España había 24 millones de personas con exceso de peso, lo que suponía el 70% de la población adulta española. En dicho estudio también se prevee que para 2030 la cifra aumentará a 27 millones, el 80% de los hombres y el 55% de las mujeres, tendrá problemas de obesidad o sobrepeso.

La obesidad es uno de los principales problemas de salud pública en todos los países desarrollados debido al incremento de su prevalencia, al mayor riesgo de mortalidad por complicaciones médicas asociadas y al coste sanitario derivado de la misma. Debido a su influencia negativa sobre la salud y la calidad de vida de las personas que la padecen, la OMS la considera la epidemia del siglo XXI.  

Hoy en día la cirugía bariátrica puede considerarse el tratamiento de elección más efectivo a largo plazo para pacientes con obesidad mórbida. Cabe destacar que esta intervención no es una cirugía estética, no todo el mundo es apto para someterse a ella, ya que el paciente debe cumplir una serie de requisitos para considerarse apto, algunos de estos requisitos son: IMC igual o mayor a 40 e IMC entre 35 y 39,9 y padece de un problema de salud grave relacionado con el peso, como diabetes de tipo 2, presión arterial alta o apnea del sueño grave.

Varios estudios han demostrado que la cirugía bariátrica es beneficiosa para la salud de aquellos que se someten a ella. En un estudio publicado por la Revista Médica Clínica Las Condes, el cual sostiene que, además de la reducción del exceso de peso, el efecto de mayor beneficio de la cirugía bariátrica ha sido la mejoría en el control glicémico de los pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), que se observa precozmente después de la operación. Del mismo modo, la recurrencia de la diabetes después de la cirugía ha sido poco frecuente en estudios de seguimiento de hasta 10 años posterior a someterse a ella. 

Por otro lado, las anormalidades en los lípidos sanguíneos también pueden mejorar por efecto de la cirugía bariátrica. La dislipidemia, en general, mejora en el 85% de los operados, y resultados de mejoría sobre el 95% se han observado con las técnicas malabsortivas. A su vez, los resultados reflejan que hay disminución del colesterol total, triglicéridos, lipoproteínas de baja densidad y aumento del colesterol HDL. Al igual que la hipertensión arterial, que muestra la menor tasa de remisión (66%) después de la cirugía bariátrica. Estos son solo algunos de los aspectos que una cirugía bariatrica puede mejorar en la vida del paciente. También podemos agregar que la reducción de peso al disminuir la presión abdominal, permite la mejoría en los síntomas de reflujo gastroesofágico, estasis venosa, incontinencia urinaria y mejora la calidad del sueño y la reducción de peso.

Es importante tener en cuenta que el éxito de esta cirugía dependerá en su mayor parte del paciente y su compromiso por cambiar su estilo de vida y hábitos alimenticios. Asimismo, el equipo médico debe realizar un seguimiento postoperatorio para llevar un control del paciente y detectar cualquier complicación o déficit alimenticio y de esta manera poder tratarlo. 

 

Fuente: PAPAPRIETO, K. (2012). “Cirugía para la obesidad: efectos generales, beneficios y riesgos”. Revista Médica Clínica Las Condes. Recuperado de: https://www.sciencedirect.com/journal/revista-medica-clinica-las-condes el 13/02/2020.