Se le llama hernia a la salida de contenido abdominal a través de un orificio en la pared del abdomen, que generalmente, es grasa o intestino. Las hernias se clasifican según su localización, las más comunes son: hernia inguinal, femoral, umbilical, incisional, hiatal, y epigástrica. En el caso de la hernia inguinal, se produce la salida de una víscera abdominal, por lo general el intestino delgado, a través del conducto inguinal. La aparición de una hernia puede deberse a varios factores, entre ellos los más comunes son: antecedentes familiares, sobrepeso u obesidad, patologías respiratorias y esfuerzos prolongados.

Para tratar una hernia la única solución es quirúrgica, el paciente tiene dos opciones, someterse a una cirugía abierta o una cirugía por laparoscopia. Algunas décadas atrás, la única opción quirúrgica para tratar las hernias inguinales era la intervención convencional o abierta. Actualmente, gracias a los avances tecnológicos y el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas, las hernias inguinales pueden ser tratadas con técnicas mínimamente invasivas como lo es, la cirugía por vía laparoscópica.

La cirugía laparoscópica es considerada uno de los mayores avances en el campo de la cirugía general de los últimos 20 años. La hernioplastia laparoscópica utiliza incisiones mínimas y un sistema de video para asistir el procedimiento, entre las ventajas de esta técnica podemos destacar: menor dolor postoperatorio, menos probabilidades de presentar complicaciones durante la cirugía, disminuye la agresión quirúrgica a la que se somete a la pared abdominal del paciente y una recuperación más rápida.

Habitualmente la duración de una cirugía de hernia por vía laparoscópica ronda entre los 45 y 60 minutos, pero factores como el tamaño y el tipo de hernia pueden influir en el tiempo establecido. Tanto la cirugía abierta convencional como la cirugía por laparoscopia no necesitan que el paciente sea ingresado, ambas intervenciones pueden ser ambulatorias y la estancia del paciente en el hospital podría ser de 4 a 6 horas aproximadamente. En el caso de la cirugía por laparoscopia el paciente podrá retornar a su actividad laboral en las primeras 2 semanas, siempre y cuando no se trate de una actividad pesada que requiera de mucho esfuerzo físico, en ese caso, debe esperar hasta la tercera o cuarta semana para que se cumpla el proceso de cicatrización y el esfuerzo no influya en el saneamiento de la hernia. A diferencia de una cirugía abierta de hernia, en la cual, el paciente siempre tendrá que esperar un mínimo de cuatro semanas para retomar su actividad laboral.

La elección de practicar una cirugía o la otra, dependerá de las condiciones del paciente, el tipo de hernia y la opinión del cirujano. Por ello, siempre es necesario que el paciente pase por pruebas preoperatorias, entre ellas analíticas de sangre y una evaluación cardiaca, que ayudarán al cirujano a determinar el tipo de abordaje y cuál será la mejor opción para el paciente.

 

 

Dr.Emmanuel Ezequiel Sadava. Hernia inguinal. Ventajas de la cirugía laparoscópica. 26 de agosto de 2018, de Hospital Alemán Sitio web: https://www.hospitalaleman.org.ar/hombres/hernia-inguinal-ventajas-la-cirugia-laparoscopica/
EUROPA PRESS. (2014). La cirugía laparoscópica para hernias inguinales, la opción con una mejor recuperación. 26 de agosto de 2018, de Info Salud Sitio web: http://www.infosalus.com/asistencia/noticia-cirugia-laparoscopica-hernias-inguinales-opcion-mejor-recuperacion-20140410180906.html